30/9/13

El otoño

O outono (Ler en Galego)


Tiempo de cambios, antesala del invierno, el otoño transforma el paisaje y también nuestro animo, la nueva estación evoca melancolia, que no se puede confundir con la tristeza, llega el frio y las lluvias, los días se acortan y las noches se hacen eternas.
La niebla se desliza por la ladera de la sierra del Mirador, ocultando bajo su manto las casas y prados, y desde Millares, se adivina Abrairas, escondida entre los jirones de niebla, custodiada por esos fantasmales molinos eólicos, que con su ruido ensordecedor, rompen la tranquilidad de los vecinos y de los animales, sin que nadie sepa a ciencia cierta, que han ganado los habitantes de la zona con ellos, horribles monstruos de hierro.
Progreso lo llaman....

 

Va llegando el tiempo de ir a soutar, de recoger la humilde castaña, hoy fuertemente denostada, que se pudre en los caminos, ninguneada desde la llegada de la patata, pero que durante siglos fue la base de la alimentación en tantas zonas humildes de este país, cuanta hambre quitó!


En pocas semanas, los cerdos, hasta ahora mimados y convertidos en reyes de las cuadras, van a tener que pagar por todos los lujos disfrutados, se acerca la hora de la verdad, la buena vida es cara....y la pagarán con creces.


También se acerca el día de difuntos, día en el cual vestimos nuestros cementerios con flores y visitamos a nuestros difuntos, los hacemos protagonistas por un día, pero con la espina clavada, de que por mucho que lo intentemos, y por muchos bienes que amasemos, tampoco nos libraremos de ser los protagonistas de ese día.

1 comentario:

susana dijo...

Hola, soy una chica de Madrid, no tengo vinculos con Galicia, pero me enamora todo lo gallego, conozco esta página hace tiempo y la sigo, se me hace extraña un lugar tan pequeño y complejo como las aldeas, amigos mios descendientes de gallegos, pero madrileños, me dicen que no puedo imaginar las guerras que se lian en las aldeas por las tierras, enemistades que se heredan de eneracion en generación y son como un cáncer, que los devora.
Pero voy a lo que iba, hace un mes estuve en Cristín, una aldea de Pontevedra, las castañas se pudrían en el suelo sin que nadie las recogiese, no había quien realmente, ayer en un barrio de Madrid, en una tienda, un cartel, castañas gallegas, 5,95€ kilo, realmente en este país, hay tanto paro o es que no nos da la gana de trabajar?

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