Forno do cal

Forno do cal (ler en Galego)

Lugar llamado Forno do Cal, en Millares

En Millares existe una zona cerca del pueblo llamada Forno do Cal, en la que según nos cuentan en la aldea, algunos antepasados cocían allí la piedra caliza para producir cal. Esta industria calera está relacionada directamente con las propiedades geológicas del suelo. La caliza es una roca sedimentaria formada principalmente por carbonato cálcico.

Según el Instituto Minero los afloramientos calizos de la zona forman parte de una banda caliza de unos 100 m de potencia, que empieza en el norte de la provincia de Lugo y discurre hacia el sur. Son calizas masivas gris azuladas o blancas. Estarían formadas en el Cámbrico Inferior-Medio. Esta roca puede verse en la cuneta del camino que pasa por encima del Forno do Cal y formando parte de paredes. En la parroquia existe otra zona donde podemos ver el rastro de esa banda caliza.

Debido a las obras de construcción de la carretera cerca da Braña, salió a la luz el filón en varios puntos en la trinchera excavada.

Trinchera caliza en La Braña

En el pueblo da Muíña existió en el siglo pasado una cantera y un horno de cal, los restos de este último aun están visibles hoy en día.

Restos del horno de cal de La Muiña

El horno y la calcinación de la piedra del cal en Millares sería parecido a como el historiador Xaquín Lorenzo cuenta sobre un horno de Mondoñedo.
Éste es una construcción troncocónica de 7 metros de alto y 4 de diámetro interior en la base con muros de un metro de grueso. En un canto tiene la boquera franqueada por dos paredes que se prolongan hacia fuera. En la parte baja, por dentro, tiene un zócalo, zapata a un metro del suelo.

El horno se carga con las piedras del cal y luego se tapa la parte superior de la boquera dejando sólo libre la parte inferior.
Luego se enciende con tojos y se le pone fuego mantenido unas 60 horas. Los atizadores se alternan cada 4 horas para descansar. Cada hornada consume unos 50 carros de tojo. En el horno da Muiña parece que utilizaban leña y carbón mineral. La temperatura necesaria es de más de 900ºC.

Por último sólo falta esperar a que termine el fuego y dejar enfriar la cal.
Este se usaba para la construcción como masa (agua, arena y cal) entre las piedras de las paredes y también para fertilizar las tierras.

Parece que en nuestra parroquia no hay cuevas en la roca caliza, como sucede en la cueva de la Valiña, en la parroquia próxima de Bolaño, en el ayuntamiento de Castroverde, en la que los arqueólogos detectaron ocupación humana en el Châtelperroniense (hace entre 36.000 y 32.000 años). Seguro que estos humanos conocían Millares...

Piedra con caliza en Millares